Beneficios del pan para la salud
En la base de nuestra pirámide alimenticia se encuentra el pan, lo que lo convierte en un alimento recomendado para tomar a diario, y más de una vez al día. Es uno de los alimentos básicos de nuestra dieta, utilizado como acompañante en todo tipo de comidas, como propio ingrediente de algunas de ellas, o para hacer bocadillos. Raro es el caso de una persona que no lo consuma al menos una vez al día.
¿Por qué está el pan tan introducido en nuestra alimentación y por qué es uno de sus componentes básicos?
La creencia de que el pan engorda lo ha alejado de nuestras mesas a la hora de comer pero, sin embargo, no deja de ser uno de los alimentos que puedes encontrar siempre en toda casa. Hay que decir que el pan por sí mismo no engorda, dado que apenas contiene grasa y, consumiéndolo de forma moderada, no nos aporta demasiadas calorías. Al contrario, se considera uno de los pilares de una alimentación saludable, con un contenido en nutrientes ideal para mantener nuestro equilibrio nutricional.
Por lo tanto, aunque sigas una dieta para adelgazar, no se recomienda nunca excluir el pan de ella. Entre los diversos nutrientes que podemos obtener de él, se encuentran: los hidratos de carbono. Aunque normalmente solemos asociarlos con el aumento de peso, los hidratos de carbono son necesarios para nuestro organismo si se consumen de forma moderada. Nos aportan energía y nos ayudan a mantener los niveles de azúcar y glucosa en la sangre. Es por esto que es bueno comer un bocadillo o una tostada a media mañana o media tarde, para reponer la energía gastada entre las comidas y ayudar a eliminar la fatiga.
Por otra parte, el pan contiene fibra insoluble, en especial el pan integral. La fibra nos ayuda a regular nuestro tránsito intestinal (aliviando así el estreñimiento o la diverticulitis), además de prevenir determinados tipos de cáncer, como por ejemplo el cáncer de colon.
También nos proporciona una buena cantidad de vitaminas, minerales y proteínas. Como ya hemos dicho, el pan casi no contiene grasa, ni tiene un alto valor calórico. Lo que hace que el pan engorde es aquello con lo que solemos tomarlo, ya sea mantequilla, embutidos, fiambres, chocolates, mermeladas, cremas, salsas, etc. Además, como siempre, debemos controlar las cantidades que consumimos, ya que todos los excesos son malos.
Existe una gran variedad de panes y ya hemos descubierto que su consumo no es perjudicial, así que disfruta de cada uno de ellos siempre de una forma moderada.
En la base de nuestra pirámide alimenticia se encuentra el pan, lo que lo convierte en un alimento recomendado para tomar a diario, y más de una vez al día. Es uno de los alimentos básicos de nuestra dieta, utilizado como acompañante en todo tipo de comidas, como propio ingrediente de algunas de ellas, o para hacer bocadillos. Raro es el caso de una persona que no lo consuma al menos una vez al día.
¿Por qué está el pan tan introducido en nuestra alimentación y por qué es uno de sus componentes básicos?
La creencia de que el pan engorda lo ha alejado de nuestras mesas a la hora de comer pero, sin embargo, no deja de ser uno de los alimentos que puedes encontrar siempre en toda casa. Hay que decir que el pan por sí mismo no engorda, dado que apenas contiene grasa y, consumiéndolo de forma moderada, no nos aporta demasiadas calorías. Al contrario, se considera uno de los pilares de una alimentación saludable, con un contenido en nutrientes ideal para mantener nuestro equilibrio nutricional.
Por lo tanto, aunque sigas una dieta para adelgazar, no se recomienda nunca excluir el pan de ella. Entre los diversos nutrientes que podemos obtener de él, se encuentran: los hidratos de carbono. Aunque normalmente solemos asociarlos con el aumento de peso, los hidratos de carbono son necesarios para nuestro organismo si se consumen de forma moderada. Nos aportan energía y nos ayudan a mantener los niveles de azúcar y glucosa en la sangre. Es por esto que es bueno comer un bocadillo o una tostada a media mañana o media tarde, para reponer la energía gastada entre las comidas y ayudar a eliminar la fatiga.
Por otra parte, el pan contiene fibra insoluble, en especial el pan integral. La fibra nos ayuda a regular nuestro tránsito intestinal (aliviando así el estreñimiento o la diverticulitis), además de prevenir determinados tipos de cáncer, como por ejemplo el cáncer de colon.
También nos proporciona una buena cantidad de vitaminas, minerales y proteínas. Como ya hemos dicho, el pan casi no contiene grasa, ni tiene un alto valor calórico. Lo que hace que el pan engorde es aquello con lo que solemos tomarlo, ya sea mantequilla, embutidos, fiambres, chocolates, mermeladas, cremas, salsas, etc. Además, como siempre, debemos controlar las cantidades que consumimos, ya que todos los excesos son malos.
Existe una gran variedad de panes y ya hemos descubierto que su consumo no es perjudicial, así que disfruta de cada uno de ellos siempre de una forma moderada.
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